Históricamente, el concepto de “Mythos” ha ido asociado al mundo imaginario en contraposición al concepto logos o mundo racional. Este conjunto de retratos son la representación simbólica de mis propios “Mythos”, arquetipos que forman parte del inconsciente colectivo.
“No pretendo captar el alma de una persona; me conformo con intentar fotografiar las sensaciones que me transmite. Sólo aspiro a “embalsamar” ese instante compartido. Poseer -como objetos- aquellas personas que producen en mí una atracción visual, una agitación interior que me hace vibrar. Atrapar lo que me conmueve para posteriormente domar el impulso; y, que el acto de apuntar me permita entrar en ese estado de calma; en ese estado de silencio interior que precede a todo disparo certero”.
