Y el silencio nos revela el secreto que no queríamos escuchar. J.Teillier
Negro zorzal dialoga con la memoria, la ausencia, el silencio y el tiempo. Transitando por la frondosa oscuridad, iniciamos una travesía al interior del alma, un lugar que percibimos a medias. En algunas ocasiones nos dejamos arrullar por el envolvente paisaje y en muchas otras el mismo nos inquieta, dibujando una presencia oscura, impenetrable, rugosa y peligrosa. Sin embargo, en la espesura resuenan reminiscencias de un pájaro evocador de eclipses, pilares de lo fugaz, perpetuando el saber milenario de que no hay mayor seguridad que apoyarse en la gran danza de la vida y mostrándonos cuan finitos y frágiles somos. Abismos del nacimiento y de la muerte, extrema belleza y de dolor, aceptar ser llevados por algo que no conocemos, viajar por la intuición de sentir el tiempo desde un lugar contemplativo y no como un acto calculado.
A Pep Mayugo y el reverberar de sus pasos.