NIÑOS DEL RAVAL
Joan Colom aseguraba que quería captar la vida y el movimiento de la calle. Ocultaba su cámara en la cintura o en la rodilla y disparaba. Sin mirar por el visor, de forma clandestina, consiguió penetrar en las entrañas del Barrio Chino, y capturar sin tabús la vida de sus habitantes. Desde las prostitutas hasta muchos otros personajes anónimos, como estos "niños del Raval": descalzos, sucios, tristes, a menudo solos o abandonados... Imágenes que, en su crudeza y honestidad, son testimonios de una época, pero que, a la vez, nos interpelan en nuestro presente.
JOAN COLOM