Cuando hablamos de sensualidad pensamos en lo que nos produce un cierto placer sobre los sentidos, sobre todo el placer carnal. Esta palabra está plenamente ligada a la sexualidad y, así pues, también forma parte del erotismo y la pornografía. ¿Pero, podemos conseguir una interpretación de la representación de sensualidad que se aleje, en mayor o menor medida, de las concepciones y clichés hegemónicos? Lo que está claro es que en todos los casos el placer carnal está presente.
Por lo tanto, si nos centramos en una parte del cuerpo como podría ser un dorso desnudo, significa que también puede ser sensual. ¿Ahora bien, todos los dorsos son sensuales? Intentaré llegar a transmitir este concepto a través de la fotografía, junto con la expresividad y fuerza que da la iluminación. Gracias a ambas se puede conseguir un punto de vista diferente, más cercano, y potenciar las texturas de la piel, que a menudo quedan ocultas a la mirada.
Salvador Maynou Bernatallada